La relación que se crea entre los diez edificios establece un nuevo tipo de paisaje rural, uno donde la arquitectura se convierte en naturaleza.

Huangshan, situado cerca de los antiguos pueblos de Hongcun y Xidi en la provincia china de Anhui, alberga una de las montañas más bellas del país. Conocido por sus ricos paisajes verdes y picos de granito, el amado paisaje ha inspirado a artistas durante mucho tiempo, ofreciéndoles espacios protegidos para la contemplación y la reflexión. Como Patrimonio de la UNESCO, la atmósfera humanista y el entorno hermoso y tranquilo, se ha convertido en un destino turístico cada vez más popular. Es aquí donde los arquitectos de MAD Architects, liderados por Ma Yansong, han realizado «Huangshan Mountain Village«.

El esquema de MAD es parte de un plan maestro de turismo más grande para el lago Huangshan Taiping. A la vez que proporciona las comodidades de la vida moderna, el diseño afirma el significado de esta importante cadena montañosa culturalmente importante. Compuestos en función de la topografía local, cada uno de los edificios tiene una altura y apariencia muy variada y han sido concebidos para asegurar el mantenimiento de los niveles montañosos originales. Organizada en una configuración vinculada a través de la vertiente sur del lago Taiping, la relación dinámica que se crea entre los diez edificios establece un nuevo tipo de paisaje rural: uno donde la arquitectura se convierte en naturaleza y la naturaleza se disuelve en arquitectura.

Los apartamentos que componen el «Huangshan Mountain Village» han sido concebidos como retiros tranquilos. Cada uno de ellos cuenta con un amplio balcón cuyas líneas orgánicas responden a los contornos topográficos del terreno montañoso inmediato. Con su forma inspirada en los campos de té cercanos, aparecen como si hubieran sido esculpidos por el viento y el agua, sin que dos sean iguales. Extendiendo el interior al exterior, proporcionan mucho espacio al aire libre, dando a los residentes la sensación de que no sólo son observadores del paisaje que los rodea, sino que están inmersos en él, creando un diálogo con las montañas, el lago y el cielo. Los senderos han sido determinados por el paisaje, de manera que serpentean de forma natural entre los árboles y la arquitectura, ofreciendo un acceso único al lugar.

Instintivamente creciendo fuera del paisaje montañoso, la serena sensibilidad de diseño del pueblo se refleja en su entorno natural. Ofrece un nuevo tipo de vida vertical que al mismo tiempo que complementa arquitectónicamente el bosque circundante, también mejora los niveles de confort y bienestar de sus habitantes, estableciendo una sinergia entre el ser humano, la naturaleza y la cultura local.