Una señal sana y esperanzadora para Chile y el planeta.

Estoy muy abrigadito. Me metí en el bolso de una niña muy linda que viene de Alemania. Me subí al único avión que sale desde Punta Arenas con rumbo a Puerto Williams, iniciaré mi viaje por el Parque Marino Mar de Cabo de Hornos. Ñaaaaaa. Estoy feliz. Pero mucho más feliz, porque acabo de recibir una gran noticia: se acabaron las nuevas centrales de generación eléctrica a carbón en Chile, y bajo un histórico acuerdo público privado, se hará lo necesario para establecer un cronograma y las condiciones para el cese programado y gradual de la operación de centrales a carbón que no cuenten con sistemas de captura y almacenamiento de carbono u otras tecnologías equivalentes. Miauuuu.

Imagen: miningpress.com

En Chile, las cosas no se estaban haciendo bien. Hoy nuestra matriz energética depende en torno a un 40% de generación en base a carbón. Si bien, ha sido lo que nos permite sostener nuestros sistemas de producción, sabemos que el carbón genera no sólo energía, sino que importantes e irreparables daños al ecosistema. Por eso creo que es una señal poderosa y sana, para nuestro país, ponernos a la vanguardia en lo que esto implica. No sólo nos alineamos con el Acuerdo de París, sino que somos nuevamente un referente internacional.

Imagen: generadoras.cl

Lo correcto es avanzar en alternativas innovadoras y sustentables. Ya empezamos con algo sumamente importante. Tenemos sol, agua y aire, el cual nos permitirá el reemplazo del tan dañino carbón. Miau. Prrrrrrr. Todo junto.