Julie Alice Chappell, con sede en Portsmouth, es pintora, fotógrafa accidental y escultora.


El Up-cycling, el arte del reciclaje, es el tema principal de su trabajo, el que es una respuesta a la crueldad de la humanidad, la explotación y la ruina del mundo natural por la avaricia financiera. Las placas de circuito dentro de la electrónica obsoleta desechada son lo que usa para crear sus obras de arte escultóricas minúsculas. Con todos sus diminutos componentes, complejos circuitos y brillantes colores metálicos no puede evitar compararlos con los detallados patrones que vemos cuando miramos la naturaleza de cerca. Las redes de venas y patrones en hojas, pétalos y alas de insectos, las rayas y manchas en escarabajos y arañas y la frágil complejidad de las telarañas, los asocia a los circuitos impresos en miniatura, con la misma curiosidad y asombro que ve el mundo natural.

 

Utiliza todo tipo de artículos desechados y no deseados para crear sus dioramas, desde equipos informáticos hasta juguetes de plástico. Su práctica implica romper los materiales preexistentes, reinterpretarlos y ofrecerles una nueva forma con un nuevo propósito, crear algo bello, caprichoso y precioso. Aunque su colección de mundos en miniatura puede ser llena de encanto, juguetona, colorida, estrafalaria y seductora, como un gabinete de curiosos, cada pieza cuenta una historia subyacente más oscura.


En palabras de Julie, «como artista, sólo puedo esperar que mi obra de arte pueda ser vista como un recordatorio de que el mundo natural y el medio ambiente son preciosos y están en peligro.»

 

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