Sólo quiero dibujar. Todo lo demás me aterra.

Blank es un adjetivo, es un estado de ánimo, un sentimiento profundo, una brecha sin llenar. Empiezo la pintura en un espacio en blanco. Mi mente está en blanco. La superficie del lienzo es un lugar vacío donde me pierdo (y me encuentro) todos los días. Un lugar donde mis ideas se desintegran en muchos ojos, manos, colores y líneas.

Me gusta dibujar mujeres.
La cercanía entre lo que dibujo y lo que soy me da una seguridad fácilmente comprensible.
Cuando una mujer dibuja a una mujer, se unen a través del espacio por un hilo de complicidad.
La inspiración que me guía cuando miro su cuerpo desnudo se convierte en una agradable comprensión de todas sus proporciones.


Cada uno de mis dibujos tiene un ligero matiz de autorretrato.
Me gusta dibujar mujeres perfectas. Lo son porque no se basan en estereotipos; los rompen.
Se sienten orgullosas de ser mujeres naturales y poderosas.
Pretendo transmitir la admiración que siento por ‘mis mujeres’; aquellas que poseen esa autoestima inmutable y férrea que tanto anhelo.

Mira más del extenso trabajo de Marina acá.